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LECTURAS MARTES 27 DE DICIEMBRE

Martes de la octava de Navidad

Jueves 13 de mayo de 2021

 San Juan, apóstol y evangelista

El Apóstol San Juan vivió en la intimidad de Cristo, a quien conoció a orillas del Jordán. Junto a Pedro y su hermano Santiago fue testigo de su transfiguración y de su agonía. Vio morir a Jesús y lo llevó a su sepulcro. En la mañana de Pascua, ante el testimonio de las mujeres que vieron al Señor vuelto a la vida, fue con Pedro al sepulcro vacío y creyó en la resurrección del Maestro. Todo esto lo transmitió en su Evangelio y sus cartas.

PRIMERA LECTURA

Les anunciamos lo que hemos visto y oído.

Lectura de la primera carta de san Juan   1, 1-4 

Queridos hermanos:

Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que hemos tocado con nuestras manos acerca de la Palabra de Vida, es lo que les anunciamos. Porque la Vida se hizo visible, y nosotros la vimos y somos testigos, y les anunciamos la Vida eterna, que existía junto al Padre y que se nos ha manifestado. Lo que hemos visto y oído, se lo anunciamos también a ustedes, para que vivan en comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo.

Escribimos esto para que nuestra alegría sea completa.

SALMO RESPONSORIAL  96, 1-2. 5-6. 11-12

R/. ¡Alégrense, justos, en el Señor!

¡El Señor reina! Alégrese la tierra, regocíjense las islas incontables. Nubes y Tinieblas lo rodean, la Justicia y el Derecho son la base de su trono.

Las montañas se derriten como cera delante del Señor, que es el dueño de toda la tierra. Los cielos proclaman su justicia y todos los pueblos contemplan su gloria.

Nace la luz para el justo, y la alegría para los rectos de corazón. Alégrense, justos, en el Señor y alaben su santo Nombre.

EVANGELIO

El otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes al sepulcro.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 20, 2-8

El primer día de la semana, María Magdalena corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.

Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes. Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró. Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro; vio las vendas en el suelo, y también el sudario que había cubierto la cabeza de Jesús; éste no estaba caído con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte.

Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó.

Palabra del Señor.


PALABRAS DEL SANTO PADRE

El sepulcro es el lugar donde quien entra no sale. Pero Jesús salió por nosotros, resucitó por nosotros, para llevar vida donde había muerte, para comenzar una nueva historia que había sido clausurada, tapándola con una piedra. Él, que quitó la roca de la entrada de la tumba, puede remover las piedras que sellan el corazón. Por eso, no cedamos a la resignación, no depositemos la esperanza bajo una piedra. Podemos y debemos esperar, porque Dios es fiel, no nos ha dejado solos, nos ha visitado y ha venido en cada situación: en el dolor, en la angustia y en la muerte. Su luz iluminó la oscuridad del sepulcro, y hoy quiere llegar a los rincones más oscuros de la vida. Hermana, hermano, aunque en el corazón hayas sepultado la esperanza, no te rindas: Dios es más grande. La oscuridad y la muerte no tienen la última palabra. Ánimo, con Dios nada está perdido. (Homilia, 11 abril 2020). Fuente: Vatican News.

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