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LECTURAS MIÉRCOLES 21 DE DICIEMBRE

Miércoles de la cuarta semana de Adviento

Lunes 7 de junio de 2021

PRIMERA LECTURA

Mi amado viene, saltando por las montañas.

Lectura del Cantar de los Cantares       2, 8-14

¡La voz de mi amado!

Ahí viene, saltando por las montañas, brincando por las colinas.

Mi amado es como una gacela, como un ciervo joven.

Ahí está: se detiene detrás de nuestro muro; mira por la ventana, espía por el enrejado.

Habla mi amado, y me dice: “¡Levántate, amada mía, y ven, hermosa mía!

Porque ya pasó el invierno, cesaron y se fueron las lluvias. Aparecieron las flores sobre la tierra, llegó el tiempo de las canciones, y se oye en nuestra tierra el arrullo de la tórtola.

La higuera dio sus primeros frutos, y las viñas en flor exhalan su perfume. ¡Levántate, amada mía, y ven, hermosa mía!

Paloma mía, que anidas en las grietas de las rocas, en lugares escarpados, muéstrame tu rostro, déjame oír tu voz; porque tu voz es suave y es hermoso tu semblante”.

SALMO RESPONSORIAL    32, 2-3. 11-12. 20-21

R/. ¡Aclamen, justos, al Señor!

Alaben al Señor con la cítara, toquen en su honor el arpa de diez cuerdas; entonen para Él un canto nuevo, toquen con arte, profiriendo aclamaciones. 

El designio del Señor permanece para siempre, y sus planes, a lo largo de las generaciones. ¡Feliz la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que Él se eligió como herencia! 

Nuestra alma espera en el Señor: Él es nuestra ayuda y nuestro escudo.  Nuestro corazón se regocija en Él: nosotros confiamos en su santo Nombre. 

EVANGELIO

¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas      1, 39-45

María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó:

“¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor”.

Palabra del Señor.


PALABRAS DEL SANTO PADRE

El evangelista nos dice que «se levantó María y se fue con prontitud» (v. 39) hacia Isabel: apresurada, no ansiosa, no ansiosa, sino con prontitud, en paz. «Se levantó»: un gesto lleno de preocupación. Podría haberse quedado en casa para prepararse para el nacimiento de su hijo, en lugar de eso, se preocupa primero de los demás que de sí misma, demostrando, de hecho, que ya es una discípula de ese Señor que lleva en su vientre. El evento del nacimiento de Jesús comenzó así, con un simple gesto de caridad; además, la auténtica caridad es siempre el fruto del amor de Dios. La visita del evangelio de María a Isabel, que escuchamos hoy en la misa, nos prepara para vivir bien la Navidad, comunicándonos el dinamismo de la fe y la caridad. Este dinamismo es obra del Espíritu Santo: el Espíritu de amor que fecundó el seno virginal de María y que la instó a acudir al servicio de su pariente anciana. Un dinamismo lleno de alegría, como vemos en el encuentro entre las dos madres, que es todo un himno de júbilo alegre en el Señor, que hace grandes cosas con los pequeños que se fían de él. (Angelus, 23 diciembre 2018)Fuente: Vatican News

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