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Resérvame a Saulo y a Bernabé.

LECTURAS MIÉRCOLES 28 DE ABRIL

Miércoles de la cuarta semana de Pascua

Miércoles 24 de marzo de 2021

PRIMERA LECTURA

Resérvame a Saulo y a Bernabé.

Lectura de los Hechos de los Apóstoles    12, 24----13, 5

La Palabra de Dios se difundía incesantemente. Bernabé y Saulo, una vez cumplida su misión, volvieron de Jerusalén a Antioquía, llevando consigo a Juan, llamado Marcos.

En la Iglesia de Antioquía había profetas y doctores, entre los cuales estaban Bernabé y Simeón, llamado el Negro, Lucio de Cirene, Manahén, amigo de infancia del tetrarca Herodes, y Saulo.

Un día, mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, el Espíritu Santo les dijo: “Resérvenme a Saulo y a Bernabé para la obra a la cual los he llamado”.

Ellos, después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.

Saulo y Bernabé, enviados por el Espíritu Santo, fueron a Seleucia y de allí se embarcaron para Chipre. Al llegar a Salamina anunciaron la Palabra de Dios en las sinagogas de los judíos, y Juan colaboraba con ellos.

SALMO RESPONSORIAL    66, 2-3. 5-6. 8

R/. ¡Que los pueblos te den gracias, Señor!

El Señor tenga piedad y nos bendiga, haga brillar su rostro sobre nosotros, para que en la tierra se reconozca su dominio, y su victoria entre las naciones.

Que todos los pueblos te den gracias. Que canten de alegría las naciones, porque gobiernas a los pueblos con justicia y guías a las naciones de la tierra.

¡Que los pueblos te den gracias, Señor, que todos los pueblos te den gracias! Que Dios nos bendiga, y lo teman todos los confines de la tierra.

EVANGELIO

Yo soy la luz y he venido al mundo.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan   12, 44-50

Jesús exclamó: El que cree en mí, en realidad no cree en mí, sino en Aquél que me envió. Y el que me ve ve al que me envió. Yo soy la luz, y he venido al mundo para que todo el que crea en mí no permanezca en las tinieblas.

Al que escucha mis palabras y no las cumple, Yo no lo juzgo, porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien lo juzgue: la palabra que Yo he anunciado es la que lo juzgará en el último día.

Porque Yo no hablé por mí mismo: el Padre que me ha enviado me ordenó lo que debía decir y anunciar; y Yo sé que su mandato es Vida eterna. Las palabras que digo, las digo como el Padre me lo ordenó.

Palabra del Señor.

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