Miércoles 10 de junio de 2020
Un gran número de hermanas y hermanos que habitan en el campamento La Varilla, ubicado en el sector de la Compañía Alta en La Serena, se encuentran sufriendo las lamentables consecuencias que ha provocado el COVID-19. Por ello, y ante la escasez de insumos básicos, abrigo y alimentación, diversas comunidades eclesiales presentes en el sector norte de la capital regional, apoyados igualmente por la Pastoral Social – Caritas Arquidiocesana, se han unido con el objetivo de colaborar en cubrir estas carencias, especialmente en el ámbito alimenticio, realizando todos los días sábado una olla común para entregar almuerzos a 200 personas pertenecientes a la comunidad “Doña María”. Las comunidades impulsoras de esta iniciativa, las Religiosas Dominicas de la Anunciata, Hermanas de la Providencia, Hermanos Maristas y la parroquia “San Marcelino Champagnat”, han desarrollado una red de ayuda para entregar un plato de comida a quienes más necesitan. El P. Rodis Christensen, párroco en “San Marcelino Champagnat”, comentó que “a raíz de las misiones desarrolladas en el verano, pudimos percatarnos de las graves carencias que tienen. Luego de eso, dimos el paso ingresando a través de la catequesis familiar.
Al ir agravándose la situación, por las consecuencias de la pandemia, decidimos ayudar también en lo social. Como parroquia no dimos abasto con la gran cantidad de necesidades que tienen los habitantes de ese lugar. Para ello, coordinamos las ayudas junto a otras comunidades religiosas, con tal de auxiliar a todos y no una sola parte. Es aquí donde la Iglesia se vuelve transversal en la ayuda social, abriendo un campo para acompañar en lo espiritual y la promoción humana, más allá del asistencialismo”.