Lunes 21 de enero de 2019
“Estoy impresionado de los miles de fieles que han venido y agradecido del cariño de la gente que persevera en su fe. Esto es el alma y corazón de Chile y que la Iglesia quiere cuidar con nuestra labor pastoral, porque las personas quieren fraternidad y paz. Este santuario es un pulmón espiritual para Chile”, afirmó el arzobispo de Concepción, monseñor Fernando Chomali.
Respecto a la mayor presencia de peregrinos, esta vez, el arzobispo dijo que en conversaciones con autoridades locales, se observó un aumento significativo. “Esto nos obliga e implica un compromiso de un modo de actuar concordante con lo que predicamos”.
El arzobispo presidió una eucaristía, durante la cual pidió perdón, comentando, en un contacto con la prensa que “el Papa nos hizo ver que no estábamos centrados en Jesucristo, sino en nosotros mismos y eso, tal vez, nos hizo perder la oportunidad de acompañar a las personas que, a pesar de todo, siguen creyendo y que, por lo tanto, y a mí me emociona y me obliga”.
Subrayó que “todas las personas que tenemos responsabilidades en Chile, de todo orden, espirituales, políticas, empresariales, legislativas tenemos que pedir perdón, porque no hemos sido capaces de comprender el país maravilloso que tenemos y que ha esperado mucho de nosotros y no hemos estado a la altura”.
En su homilía dio gracias a Dios por “este momento maravilloso que nos regala, a través de san Sebastián. Tantas personas que llegan del norte y del sur, de la cordillera al mar, hombres y mujeres. Todos quienes llegamos aquí lo hacemos con pesada carga. En estos días, son miles y miles los peregrinos que llegamos a san Sebastián, porque aquí se vive un espíritu de paz y de fraternidad, de recogimiento. Este espíritu tenemos que trasladarlo a nuestra casa, a nuestro barrio, a nuestro lugar de trabajo y hay que llevarlo a los pueblos y ciudades, porque somos nosotros, con esta confianza maravillosa que nos entrega Dios y que nos libera de nuestras angustias, para cambiar nuestro país, para dejar a los jóvenes un país mejor”.
Recalcó que “san Sebastián es un verdadero pulmón para nuestras vidas. Es un pulmón para Chile, que a veces se ve entrampado en discusiones, que nos duelen profundamente, porque no se ha sabido dar una respuesta adecuada a las necesidades de hombres y mujeres de nuestra patria. Lamento mucho y pido perdón, quienes tenemos responsabilidades importantes en la Iglesia y en la sociedad, no nos hemos comportado como servidores de Cristo. Ayúdennos a ser buenos pastores, recen por nosotros, colaboren en sus parroquias para ser una comunidad donde se pueda reflejar la santidad de Dios. Porque un país que no refleja la santidad de Dios es un país que empieza a morir”.
Los fieles han llegado de distintos puntos del país y por diversos medios, lo que obligó a las autoridades a desplegar dispositivos de seguridad especiales. Una gran mayoría de peregrinos expresó su fe de rodillas, pagando mandas y participando en las misas que se han celebrado durante día y noche, en el santuario.
Algunos testimonios constataron su fe profunda, a través de la devoción a San Sebastián. Así lo manifestó Lina Villegas, quien agradeció, por la salud de un hijo que vivió una grave enfermedad y lo propio expresó Juan, un peregrino proveniente de Santiago, quien llegó de madrugada para cumplir con su manda y agradecer a Dios por toda su familia.