Jueves 7 de enero de 2021
“Me uno a las personas de buena voluntad para condenar la violencia de hoy en el Capitolio de Estados Unidos. Esto no es lo que somos los estadounidenses. Oro por los miembros del Congreso, el personal del Capitolio, por la policía y todos los que trabajan para restaurar el orden y la seguridad pública”, sostuvo el arzobispo José H. Gomez, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), quien emitió una declaración en respuesta a los hechos ocurridos en el Capitolio de Estados Unidos, durante la tarde del miércoles 6 de enero.
Al pastor arquidiocesano de Los Ángeles, se sumó el arzobispo de Washington Wilton Gregory, también se pronunció durante la tarde: " Los americanos debemos honrar el lugar donde las leyes y políticas de nuestra nación se debaten y deciden. Deberíamos sentirnos violados cuando el legado de libertad consagrado en ese edificio es irrespetado y profanado”, indicó.
A estas declaraciones se sumó el Consejo Mundial de Iglesias. que expresó su "seria y creciente preocupación" por los últimos acontecimientos en los Estados Unidos y las repercusiones internacionales del incidente.