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Por Fr. Isauro Covili

SER SAL Y LUZ DEL MUNDO- Homilía del día, Martes 2 de Junio

Martes 9 de junio de 2020

La tradición bíblica ha visto en las propiedades de la sal, dar sabor y preservar los alimentos.  Es símbolo de sabiduría y para Mateo, esta sabiduría es la Palabra personificada en los creyentes: ustedes son sal de la tierra. En la misma línea, la realidad de la vida de Jesús en la vida de sus seguidores es la imagen de luz. Pablo dirá vivan como hijos de la luz.

Usando imágenes de la vida cotidiana, con palabras sencillas y directas, Jesús hace saber cuál es la misión y la razón de ser de una comunidad cristiana: ser sal. En aquel tiempo, con el calor que hacía, la gente y los animales necesitaban consumir mucha sal. La gente iba consumiendo la sal que el abastecedor dejaba en grandes bloques en lugares públicos. Al final lo que sobraba quedaba esparcido como polvo en tierra, y había perdido el gusto. “Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres”. Jesús evoca esta costumbre para aclarar a los discípulos y discípulas la misión que deben realizar.

Nadie enciende una lámpara para colocarla bajo un celemín. Una ciudad situada en cima de un monte no consigue quedar escondida. La comunidad debe ser luz, debe iluminar. No lo hace para que la vean, pero lo que hace es posible que se vea. La sal no existe para sí. La luz no existe para sí. Y así ha de ser la comunidad: no puede quedarse encerrada en sí misma. “Brille así la luz delante de los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos."

Hoy todas las comunidades y miembros de ellas, están invitados por la Palabra a dejar las tinieblas y ser hijos de la luz e iluminando, como también a dar sabor en un compromiso por hacer que el Reino de Dios y su ternura sean anunciado y vivido. A veces nos podemos sorprender que existan comunidades y creyentes sin sabor de la Palabra y a oscuras. Es lamentable. Que esta Palabra tenga la fuerza para ser acogida e ilumine nuestras vidas y  nuestro mundo.

Podemos preguntarnos en comunidad:

1. Para ti, en tu experiencia de vida, ¿Para qué sirve la sal? Tu comunidad, ¿está siendo sal? ¿De qué manera tu comunidad está siendo luz?

2. Las personas del sector, ¿cómo ven a tu comunidad? Tu comunidad ¿tiene atracción? ¿Es señal? ¿De qué? ¿Para quién?

Fraternalmente,

Fr. Isauro

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