Lunes 28 de junio de 2021
Los conductores del programa, la periodista Macarena Gayangos y el padre Roberto Navarro, junto a la invitada Magdalena Lira, de la Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre, fueron los encargados de preguntarles a los nuevos obispos auxiliares de Santiago cómo se tomaron la noticia de su nombramiento.
“Todavía no alcanzo a dimensionarlo. Es como un poncho que me queda inmenso”, expresó monseñor Cristián Castro, actual Rector del Seminario Pontificio Mayor, quien agregó que fue muy impresionante “recibir el llamado del Santo Padre a ser ordenado y a participar como obispo de la Iglesia”.
“Puse cara de sorpresa y de mucho susto al Nuncio, cuando me comunicó esto”, confesó monseñor Carlos Godoy, actual Vicario para la Pastoral y Rector del Santuario del Cerro San Cristóbal. Añadió que en ese momento se le vino una sinopsis de su vida a la mente, y recordó, entre otras cosas, cuando fue nombrado vicario parroquial en nuestra Señora de la Mercedes de los Castaños de Vitacura, y pensó que haría “en un barrio tan distinto donde yo me formé, un pueblo rural como Colina”.
El sello
Los obispos fueron consultados por las acentuaciones pastorales que tendrá sus ministerios. En el caso del padre Castro, contestó a nombre de ambos: “El obispo auxiliar está en plena comunión y en plena disposición en relación al obispo diocesano, en este caso, nosotros nos ponemos en total sintonía de colaboración con monseñor Celestino Aós. Él es el pastor, nosotros le vamos a colaborar, como obispos, pero el pastor es el arzobispo”.
En esa línea, sostuvo que se unirá a la intención de pastoreo del cardenal para una Iglesia más sinodal, en comunión con la Iglesia Universal. “Es empezar a sentir, pensar, rezar y hacer el discernimiento profundo en torno a lo que nos pide el Señor para estos tiempos y para eso la dinámica fundamental es el trabajo sinodal. Caminar junto con los demás, entre todos, hacia la búsqueda profunda y sincera, más honda, de la voluntad del Señor para nuestros tiempos”.
Por su parte, el padre Godoy, anhela que su sello fuesen dos grandes lineamientos: “La cercanía del Señor, ante todo ser un maestro de oración, de amistad con Jesús y transmitirlo con mi vida, que es un poco lo que he tratado de hacer, bien o mal no lo sé, pero, he tratado de hacerlo, y no quiero dejar de hacerlo como obispo. Y segundo esto de favorecer que todos nos sintamos hermanos, parte de una misma Iglesia, y que juntos colaboremos con construirla de una manera más santa y más fiel a Jesús”.
Escucha las entrevistas completas aquí: Monseñor Cristián Castro y Monseñor Carlos Godoy
Nuevos obispos de Santiago celebran misa en Seminario Pontificio
Otra actividad que realizaron los nuevos obispos auxiliares, fue el día martes 22 de junio, ocasión en que celebraron la primera eucaristía tras ser nombrados por el Papa Francisco. Se desarrolló en el Seminario Pontificio Mayor y coincidió con la fiesta de los santos mártires ingleses Tomás Moro y Juan Fisher.
El padre Cristián Castro, que presidió la eucaristía, señaló al comienzo, que los mencionados santos ofrecieron su vida por amor a Jesucristo y a la verdad. Y añadió respecto del nombramiento de nuevos obispos auxiliares para Santiago que “es el Señor el que llama, él es que nos consagra para esta misión de anunciar su Evangelio, ese es el gran propósito, tener a Jesucristo en nosotros y entregarlo a los demás”. Confidenció que ambos conocieron el nombramiento nueve días antes de que se diera a conocer públicamente y debieron guardar sigilo. “Ha sido muy impactante recibir tanto afecto y tanta oración. Queremos ser servidores del Evangelio de Jesucristo. Eso es lo que nos anima y esa es nuestra alegría”, expresó antes de iniciar la misa.
En la homilía, el padre Carlos Godoy se refirió al Sermón de la Montaña pronunciado por Jesucristo, el que es todo un proyecto programático, afirmó. Luego, sostuvo que la presencia del Reino de Dios entre nosotros “revoluciona el comportamiento mutuo abriéndolo a la creatividad de un amor que no conoce proporciones ni límites. La lógica del amor va contracorriente, es contracultural, es una forma de vivir que contrarresta el egoísmo, el individualismo, la indiferencia, especialmente para el que más sufre”.