Viernes 9 de septiembre de 2022
El Santo Padre envió un telegrama de pésame al nuevo monarca del Reino Unido, Carlos III, al pueblo británico y a todas las colonias pertenecientes a la Commonwealth, tras el fallecimiento de la Reina Isabel II a sus 96 años.
“Me uno para rezar por el eterno descanso de la difunta Reina, y para rendir homenaje a su vida de servicio incansable al bien de la Nación y de la Commonwealth, a su ejemplo de devoción al deber, a su testimonio inquebrantable de fe en Jesucristo y a su firme esperanza en sus promesas”, expresó el Papa Francisco.
Asimismo, el Papa Francisco ofrece sus oraciones por el alma de la reina y también asegura: “a Su Majestad mis oraciones para que Dios Todopoderoso le sostenga con su gracia infalible al asumir ahora sus altas responsabilidades como Rey. Sobre usted y todos los que aprecian la memoria de su difunta madre, invocó una abundancia de bendiciones divinas como prenda de consuelo y fortaleza en el Señor”.
Celestino Aós, presidente de la Conferencia Episcopal de Chile hizo llegar sus condolencias a través de la embajada al pueblo británico, a la Commonwealth, a los miembros de la familia real y a los miembros de la Iglesia Anglicana en Chile.
El arzobispo Aós, manifestó que “La Reina Isabel, deja un legado de inquebrantable sentido del deber y el servicio, siendo digna representante de los mejores valores del pueblo británico, que será recordada por muchas generaciones”.
“Al Padre de Misericordia confiamos nuestras oraciones por el descanso eterno de esta hermana a quien el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha definido como `una fiel discípula cristiana´” enfatizó el cardenal Aós, pidiendo por el consuelo y fortaleza para quienes lloran su pérdida, especialmente “a su hijo, el Rey Carlos III quien ahora le sucede en sus altas responsabilidades”, añadió en la carta dirigida a través de la embajada británica.