Viernes 28 de octubre de 2022
Al reunirse con los miembros del Consejo de la Unión de sacerdotes, religiosos y religiosas de Madagascar en Roma, el Papa Francisco subrayó que en estos tiempos, marcados por el "virus del egoísmo" amenaza "la convivencia pacífica entre los pueblos", la experiencia de la consagración a Cristo "es la prueba de que se puede vivir de otra manera a la luz del Evangelio"
La fecundidad de la misión "depende también de la unidad" que hay que cultivar con los hermanos y los obispos. En este mes de octubre dedicado a las misiones, el Pontífice señaló a quienes han elegido la vida consagrada un rasgo esencial en el camino a recorrer para anunciar el Evangelio.
“Hoy, en nuestras sociedades, y lamentablemente a veces también en la Iglesia, asistimos a la búsqueda de “intereses personales” y hay mucho parloteo, la charlatanería está a la orden del día: por favor, no hagan cháchara, hablen siempre bien unos de otros, porque la cháchara es un arma de desunión. Esta actitud, este "virus del egoísmo", amenaza la convivencia pacífica entre los pueblos, como entre los hijos y las hijas de un mismo país”, les dijo el Santo Padre.
Asimismo, el Pontífice aprovechó de decirles que: “Los exhorto a formar una gran familia espiritual en la que se respeta, se quiere y se sostiene recíprocamente. Así podrán convertirse en signos de esperanza para sus Iglesias particulares y para Madagascar, que espera mucho de ustedes”.