Jueves 15 de septiembre de 2022
El viaje apostólico número 38° del Papa Francisco a Kazajistán, país en el que se desarrolló el Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales, llegó a su fin el día de hoy. El Papa abordó el avión de vuelta a la Santa Sede en el aeropuerto de Nursultán por el Presidente Tokayev.
El objetivo del Papa Francisco en esta visita a Kazajistán fue realizar una, “peregrinación de paz”, tal como lo mencionó durante el Ángelus del pasado domingo.
La clausura del Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales, concluyó con la lectura de la Declaración Final, que reafirmó el valor del Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común.
En el espacio el Presidente de Kazajstán, Tokayev le regaló al Pontífice un dombra, instrumento musical tradicional kazajo, del cual el Santo Padre se había referido durante su primer discurso público. En su discurso final, el Papa volvió a reiterar que la libertad religiosa no debe ser un concepto abstracto, sino un derecho concreto.
La “paz” fue la piedra angular de su reflexión y se logra luchando contra la injusticia. Además, Francisco quiso evidenciar el papel fundamental de la mujer que “cuida y da vida al mundo” y de los jóvenes como “mensajeros de la unidad”.